martes, 30 de septiembre de 2008

Libertad y voluntad

Baruch Spinoza (filósofo holandés del siglo XVII), afirmaba que sólo un ser que plenamente es la causa de sí mismo, puede actuar en total libertad. Un ser humano puede esforzarse por conseguir una libertad que le permita vivir sin presiones externas. Pero jamás conseguirá una “voluntad libre”.
Nosotros los seres humanos, como cualquier otro ser, no decidimos todo lo que ocurre con nuestro cuerpo, que es un modo del atributo de la extensión, o medio circundante. Tampoco elegimos lo que pensamos. Spinoza pensaba que son las pasiones de los seres humanos, por ejemplo l ambición y el deseo, las que nos impiden lograr la verdadera felicidad y armonía. No obstante, si reconocemos que todo ocurre por necesidad, podremos lograr un reconocimiento intuitivo de la naturaleza como tal.
La meta es captar todo lo que existe con un sola mirada panorámica. Hasta entonces no podremos alcanzar la máxima felicidad y serenidad de espíritu.
Esto fue lo que Spinoza llamó ver todo “ sub specie aeternatis: “bajo el ángulo de la eternidad.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias por recordarme a baruch, y por recordarme mirar desde la distancia de la eternidad.
mucha suerte