martes, 7 de abril de 2009

Lo llamado políticamente correcto

Qué manía de negar lo evidente; ahora se ha puesto de moda el sentido común, de tendencia ecléctica, que sólo demuestra ser el menos común de los sentidos. El eclecticismo oportunista abusa de elegir lo mejor de cada doctrina filosófica y política para meterlo en una coctelera, y hacer una mezcla de la que no sale nada nuevo, y sí mucha estética de la confusión. A estas alturas, han aparecido voces que van pregonando con un desprecio olímpico, que no saben lo que es la derecha ni la izquierda política. Estos señores, con todo su cinismo conservador e interesado, tienen que estar de acuerdo; que un año después de la Revolución Francesa, en la asamblea de 1790-1800, se crearon los términos derecha e izquierda, en la que los conservadores, representantes de los privilegios de la burguesía aristocrática, y los reformadores que representaban los derechos de las clases trabajadoras, se sentaban a uno y otro lado del presidente de la Cámara.

Los conservadores no se cansan de decir que los conceptos de derecha e izquierda están superados, anacrónicos, en su propia decadencia histórica se ven obligados a decirlo, puesto que es inherente en ellos negar el cambio, lo utópico. Las ideologías conservadoras, como buenos dogmáticos, niegan el devenir procurando su perpetuación en la aplicación de su filosofía fijista. De lo que se trata es que tanto la derecha política como la izquierda política sufran una transformación de síntesis en el llegar a ser, en la constitución de un hombre nuevo, que nos saque de la estrechez social, política, y económica en la que nos encontramos.

0 comentarios: