sábado, 20 de diciembre de 2008

Ventana de la esperanza

Hace unos días me vi obligado a ingresar en el Hospital General de Segovia, en la especialidad de Urología, planta 2º, habitación 208, donde su ventana, con visión panorámica deja ver ochos esplendidos arboles, de la especie, chopos canadienses, en su desnudez otoñal, y letargo invernal, parecen estar a la espera de la primavera, para renacer cual Ave Fénix. Hermanado a ellos hay una conífera, exactamente, un abeto, con todo su verdor perenne, lleno de vida. Juntos, parece que estén expectantes e invitando a que los enfermos recuperen la salud. Todo un símbolo de esperanza.
Quiero aprovechar estas líneas para dar mi agradecimiento al servicio que me ha prestado el cuadro de médicos, enfermeras, auxiliares, celadores y todo el conjunto del personal, con su bagaje técnico, y lo que es más importante, el excelente trato humano.
También quiero hacer mención al compañero de habitación, Manolo, vecino de San Rafael, gran persona.
No me cansare de decir, que tenemos un Sanatorio de cinco estrellas.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Navidad

Un año más tenemos las navidades y fiestas de fin de año. Fiestas en que la hipocresía, y todas las paradojas se hacen cómplices. Con su inocencia, el misterio de la Navidad, junto con los niños y niñas, son los únicos que se salvan, aunque sólo sea por la duda histórica, y el respeto al dogma religioso desde un pensamiento agnóstico.
Donde los sentimientos se contraponen, unos de gozo y alegría, y otros sentimientos de amargura por la pérdida o la ausencia de los seres queridos.
Por lo demás, es un montaje interesado, político, comercial y parafernalio de excesos culinarios y derroches de sentimentalismos baratos; son días donde juntos proliferan la riqueza material y la miseria espiritual. Días que por sistema los hombres hacen una tregua en sus enfrentamientos y enemistades con sus semejantes. Todo un símbolo de cinismo en el comportamiento hecho costumbre. A la espera de la última noche del año, para empezar uno nuevo, donde seguirá reinando la apatía y la estupidez humana.

sábado, 6 de diciembre de 2008

En tu nombre Democracia

Democracia; si levantaran la cabeza tus creadores los atenienses griegos, como, Pericles, Demóstenes: dirían que en tu nombre se enmascara toda clase de oportunistas amantes de todo lo contrario a ti. Los que gobiernan en tu nombre se les llena la boca de ti envileciéndote. Haciéndote un flaco favor, especuladores de intereses espurios, de la compra de voluntades en perjuicio de los ciudadanos.
Desde que naciste, nunca te han dado la oportunidad de crecer. Surgiste de la sociedad helénica, y tu existencia fue efímera. En la Alta y Baja Edad Media te arrinconaron sin miramientos. Para la aristocracia feudal fuiste peligrosa y subversiva. En el Renacimiento los grandes humanistas volvieron la mirada hacia ti, pero aquella época no estabas lo suficientemente madura para poderte albergar. En la Edad Moderna todavía sigues siendo molesta. Cuando los hombres no tengamos necesidad obligada de ti Democracia, ni de tu hermana Libertad, entonces seréis verdaderamente representativas, habréis llegado a vuestra mayoría de edad, desde el punto de vista social y humano, junto con vuestras parientes, Justicia e Igualdad. Por desgracia, todavía, estáis en el devenir.
Los españoles, hace treinta años, nos concedimos, aprobándote a ti Democracia, a través de la Constitución o Carta Magna, que en el pasar de este tiempo, has demostrado ser la envidia sana de la mayoría de los países de nuestro entorno y de allende de los mares. Hagamos votos, para que entre todos los ciudadanos españoles te demos otra oportunidad de seguir desarrollándote, creciendo en beneficio del bien común.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Clase social ficticia

La Dialéctica Materialista de la historia nos enseña que el proceso social se desarrolla por la ley de la negación o saltos cualitativos.
Las distintas clases sociales que han ido surgiendo a lo largo de la historia de las sociedades humanas han sido el resultado de la descomposición de unas en otras. El esclavismo como ente social fue el resultado de la extinción de la comunidad primitiva. El feudalismo, de la descomposición de la comunidad esclavista. La burguesía industrializada (capitalismo), resulta su contrario el proletariado, los obreros asalariados. Para poder perpetuarse como clase social en su propio interés, la burguesía frena el proceso social en el devenir metamorfoseando al proletariado en clase media. Por lo tanto la clase media no es un resultado de síntesis, es el producto más peculiar de la burguesía industrializada.
Teniendo un poder adquisitivo más o menos saneado, proveniente de la especulación dentro de una sociedad mercantilista, los individuos que componen la clase media subordinan su identidad en aras de la imitación de sus creadores, la burguesía.
La clase media es la promotora de la sociedad de consumo y del neoconservadurismo en detrimento de las clases bajas (lumpen proletariado), históricamente frena el desarrollo ético, haciéndose así una falsa interpretación de la ley darwiniana, entrando en el juego de la ley del más apto. La burguesía como clase, hoy en día, es decadente, decae porque no evoluciona. La clase media ni decae ni evoluciona, está atascada en su esclavitud material y miseria espiritual.
El individuo medio es un ser que no aspira en el devenir de la conciencia social, sólo vive el presente con una vulgaridad de los sentidos que raya más en la ambición individual que en lo social. En general estas personas viven y mueren sin haber comprendido a sus semejantes, sin haber compren-dido su propia historia. Por el contrario, el hombre comprometido se desarrolla en el ser conciencia para la conciencia social.

Producto mediático

En la década de los sesenta, un periodista le pregunto al general Franco, de qué estaba más orgulloso en toda su trayectoria como jefe del Estado Español. El periodista que le estaba haciendo la entrevista esperaba con seguridad, que le contestase, que su mayor satisfacción fue ganar la guerra civil, cuál fue su sorpresa, cuando el caudillo le respondió que su mayor ilusión había sido la creación de su clase media española, emulando así a Estados Unidos de América.
El dictador franco, en su ignorancia sociológica nunca llego a entender lo que había creado. La clase media somos un colectivo de personas inventados por unos interese mediáticos políticos y económicos que se esfuerzan en cambiar las cosas para que no cambien nada, llevándonos a una encrucijada que nos despoja de toda naturalidad histórico humano. Desde el comportamiento de la sociología está clase media es un producto real, pero éticamente ficticia cuasi de laboratorio. Alejándonos de la antropología social, negándonos ser el resultado “de”, en su proceso dialectico, como fueron el desarrollo de las distintas clases sociales que nos han precedido a lo largo de la historia. Los intereses que pueda tener la clase media es impuesto por sus creadores, el mercantilismo, y no es otro, que el provecho económico compulsivo de consumir por consumir toda clases de bienes materiales. Entrando en una dinámica de sentimientos egoístas, aburguesados. Instalados en el peor de los razonamientos individualistas con su cínica máxima, “vive y deja vivir”. La clase media es el accidente instituido, expresamente, para frenar el proceso de síntesis en el desarrollo de sociedades, de comunidades más solidarias, justas e igualitarias en oportunidades.

Aracne y Penelope

Aracné, joven lidia que según la mitología griega, destacaba en el arte de tejer y bordar, su imprudencia y ambición la hizo ser osada, desafiando Atenea, diosa de la Sabiduría, de las Artes y de las Ciencias. Atenea la castigó obligándola a tejer una tela de araña que poco a poco la fue atrapando, cuando Aracné se quiso dar cuenta se había metamorfoseado en araña.
Penelope, esposa de Ulises, rey de Ítaca, madre de Telemaco, es la antítesis de Aracné, sabia y prudente supo tejer en su favor. Penélope permanecio fiel a su esposo, (léase a sus semejantes), durante los veinte años que duró su ausencia, rechazando toda las proposiciones de matrimonio que le hicieron. Engaño a los codiciosos pretendientes que se habían instalado en su palacio diciéndoles que no se casaría de nuevo hasta que hubiese terminado un enorme lienzo que estaba tejiendo, para alargar la espera de forma indefinida, deshacía por la noche el trabajo realizado durante el día. Dando así tempo a que llegara Ulises. Durante los forzados veinte años que duró su ausencia, Ulises fue fiel a Penélope pues nunca la había abandonado en su pensamiento.
Aracné y Penélope, contemporáneas en la leyenda son dos mujeres antagónicas con respecto a su “yo” y sus circunstancias. Si de este mito se puede sacar alguna enseñanza, es el de saber tejer los principios de la dignidad, en el respeto, en la convivencia que deben de regir todas las relaciones humanas.

Pensamiento y espíritu

A grandes rasgos; intentando discernir entre pensamiento y espíritu, al concepto que se le da a cada una de estas palabras. El pensamiento no es único en todas las personas. El pensamiento es producto de la neurona cerebral, más aun, de las interconexiones neuronales. El cerebro humano tiene aproximadamente cien millones de neuronas, y más de cien mil millones de interconexiones entre ellas, llamados axones. Cada individuo es único irrepetible, somos producto del medio que nos circunda, de nuestro “yo” y las circunstancias, muy importante es la cultura, nuestro pensamiento en particular, en Occidente, es producto de la cultura judeocristiana, es diferente de la budista, de la mahometana, etc. El pensamiento desde un rigor científico, es una energía que proviene de las neuronas en un sistema nervioso central neurovegetativo complejo, descubierto por nuestro Premio Nobel de Medicina, Santiago Ramón y Cajal, (Histología). Sin olvidar nuestra carga genética que llevamos en el núcleo de nuestras células, cromosomas, llamadas moléculas de la vida.
La conciencia que tenemos de las cosas, es algo aparte, no nos viene dada de antemano, la vamos adquiriendo en el devenir de nuestras vidas, producto de las relaciones con nuestro prójimo en un medio dado. El espíritu, alma, aliento, soplo divino (llámeselo como quiera), es inmaterial, filosóficamente hablando es un absurdo, leyendas, parábolas, metáforas. Está demostrado que hay materia con espíritu, los seres humanos la tenemos, pero está por demostrar que haya espíritu sin materia. La teología que conocemos, bien claro lo dice, el alma, el espíritu, es inmaterial, y cómo lo explican los teólogos, a base de racionamientos metafísicos, algo que está más allá de la física. Todos los seres humanos estamos de acuerdo de que no somos divinos, que somos mortales e imperfectos, pero factibles en el cambio, con capacidad de evolucionar a mejor, eso es la grandeza del humanismo, lo demás, es perderse en la transcendencia, en una miseria espiritual, ponerse de espaldas, enajenarse en lo que nos concierne en nuestra esencia humana, de la realidad que nos rodea.
Tanto el pensamiento como el espíritu, nace y muere con nosotros, para ser más exacto, se extinguen. Resumiendo; todas estás fantasías que están en nuestras cabezas, es un reflejo de nuestro subjetivismo, no es algo objetivo. Los mitos han hecho historia, se han necesitado para que el hombre tuviera un referente que les sacara de las cavernas, de la ignorancia. Las teorías transcendentales seguirán persistiendo en lo que los seres humanos tengan miedo a lo desconocido, y lo que es más penoso, sigan divorciados de su otro “yo” natural, nuestros semejantes.