martes, 30 de septiembre de 2008

Libertad y voluntad

Baruch Spinoza (filósofo holandés del siglo XVII), afirmaba que sólo un ser que plenamente es la causa de sí mismo, puede actuar en total libertad. Un ser humano puede esforzarse por conseguir una libertad que le permita vivir sin presiones externas. Pero jamás conseguirá una “voluntad libre”.
Nosotros los seres humanos, como cualquier otro ser, no decidimos todo lo que ocurre con nuestro cuerpo, que es un modo del atributo de la extensión, o medio circundante. Tampoco elegimos lo que pensamos. Spinoza pensaba que son las pasiones de los seres humanos, por ejemplo l ambición y el deseo, las que nos impiden lograr la verdadera felicidad y armonía. No obstante, si reconocemos que todo ocurre por necesidad, podremos lograr un reconocimiento intuitivo de la naturaleza como tal.
La meta es captar todo lo que existe con un sola mirada panorámica. Hasta entonces no podremos alcanzar la máxima felicidad y serenidad de espíritu.
Esto fue lo que Spinoza llamó ver todo “ sub specie aeternatis: “bajo el ángulo de la eternidad.

Asignatura pendiente

Sobre la agresividad de los escolares: qué se les puede pedir a los jóvenes instalados en su propia desorientación, reflejo de una sociedad competitiva en el mayor grado, carente de valores éticos, donde la educación en humanidades brilla por su ausencia. El único referente en su motivación es la cultura del pelotazo adornada con el perfil fetichista del consumir por consumir. Bombardeados constantemente con toda clase de telefilms violentos. Donde la propia educación escolar es discriminatoria, polarizada en pública, frente a la privilegiada privada.
Todos los jóvenes, a mi parecer, en edad escolar tienen una asignatura pendiente. Apelo al Ministerio de Educación y Cultura. Sería muy conveniente crear un convenio de cooperación con el Ministerio de Salud para que se aprueben unas jornadas periódicas dirigidas a niños y niñas de preescolar, acompañados de sus profesores, hagan visitas a hospitales y residencias geriátricas. Esta experiencia de compartir un tiempo con sus mayores y enfermos les serviría para apreciar más los valores humanos, a comprometerse, en el altruismo hacia sus semejantes menos favorecidos, a su vez desarrollando una educación existencial que les enseñe la estética de envejecer con armonía, a evitar en lo posible, las enfermedades, y a considerar la muerte dentro de una ley natural, sin traumas.
La juventud es buena por naturaleza, y si es producto de su “yo” y sus circunstancias, hay que crear entornos humanamente justos y racionales. Jóvenes desilusionados que vuelcan toda su frustración contra los que menos culpa tienen, sus propios compañeros, sus profesores, sus educadores.

lunes, 22 de septiembre de 2008

El dinero es uno de los elementos que más deshumanizan al hombre. Es el fetiche que todo lo que toca lo convierte en mercancía, en su contrario. Por ejemplo, una manzana tiene un valor de uso, satisface una necesidad. La manzana en cuanto valor de satisfacción en el hombre entra en la categoría humana, en cierto modo se humaniza. Pero cuando dicha fruta es tocada por el dinero pierde todo su valor de uso humano para convertirse en una simple mercancía, como mercancía se privatiza, sólo se puede acceder a la manzana a través del peculiar fetiche llamado dinero.
Como erróneamente se cree el dinero no es una necesidad, es un valor de cambio, la mayoría de las veces lucrativo. Se hace uso de él, entre otra cosas, para limpiar las conciencias como óbolo en la función de caridad hacia los “semejantes” menos favorecidos. Es como la lámpara maravillosa, de la ambición sana saca la codicia. Transformado en mercancía es usado en transacciones especulativas arrastrando a los hombres a la mayor avidez competitiva a través de la Bolsa Mercantil. Los más osados medran a costa de los más débiles o menos decididos, de la noche a la mañana unos se enriquecen en perjuicio de los menos afortunados, eso sí, todo legal, con sus leyes y normas que advierten que es lícito competir sin salirse de los cánones establecidos, (en base a la idea calvinista de la predestinación). Cuando el género humano tome conciencia del culto que se le profesa al tan singular fetiche lo desmitificara dándole el valor que se merece, como un simple objeto de cambio cuya misión será el ser participe en las relaciones entre los hombres, como intercambio de mutuo beneficio.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Concepto de moralidad

Toda moral al margen de la sociedad humana, no existe, es un engaño, es una moral falsa que embota las conciencias de los individuos. La moral debe de estar subordinada a los intereses humanos.
En la antigua Grecia y en la Roma imperial se daban dos moralidades antagónicas entre la convivencia de esclavistas y esclavos, patricios y plebeyos. En el correr de los tiempos surgió la sociedad feudal con dos nuevas moralidades no menos enfrentadas, la de los señores feudales y la que emanaba de los individuos que componían la servidumbre o gleba. Dando un paso más avanzado en la historia aparece una doble moral en la sociedad capitalista, burgueses y proletarios.
La moral basada en la unidad de contrarios es sólo una moralidad de intereses
en el mayor de los egoísmos. Ludwig Feuerbach llegó a la conclusión, de que no se piensa igual en un palacio que en una cabana.
La necesidades materiales y espirituales están dia metralmente opuestas, producto de las diferentes funciones económicas y sociales de los respec tivos individuos. Hasta ahora, la historia de la humanidad sólo ha conocido unas moralidades estrechas y mezquinas.
La verdadera moral está por llegar. Es el hombre, genéricamente hablando, el que tiene que crear una moral única, laica y universal en los sentimientos humanos, con su capacidad intelectual en la comprensión de la ley natural del mundo que le rodea y de las realidades tangibles que le enseñe a discernir los verdaderos valores éticos. Entre los conceptos del bien y del mal.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Aquiles, héroe tesalio, hijo de Tetis y de Peleo. Personaje central de la Iliada y modelo de toda la educación griega. La madre de Aquiles intentó que su hijo fuera inmortal sosteniéndolo por los pies y sumergiéndolo en el río mágico, el Estigia.
En la guerra de Troya, Aquiles y el príncipe troyano Héctor libraron el combate más famoso. Tras una lucha brutal, Aquiles mató a Héctor. París, hermano de Héctor, quiso vengar su muerte enfrentándose a Aquiles que murió cuando París le lanzó una flecha al talón del pie, la única parte del cuerpo que no se había sumergido en el río, quedando vulnerable, Hasta aquí la versión mítica.
La versión racional o logos, se explica en la armadura o coraza con la que acostumbraba a cubrirse el héroe griego, haciendo de su cuerpo invulnerable a toda agresión. Pero tuvo un grave descuido con su vestimenta que le costó la vida, usar sandalias abiertas que le dejaban al descubierto los talones de los pies. París supo ver ese punto débil aprovechándolo con astucia, lanzándole una flecha que acertó a darle en el talón. Aquiles al sentir el intenso dolor que le provocó el flechazo soltó las rindas de la cuadriga y cayendo de espaldas se desnucó. Por este mito, la expresión talón de Aquiles sigue significando punto débil.
De esta historia se puede sacar la moraleja de que el subconsciente mítico que todos llevamos dentro nos traiciona. No hay que buscar la inmortalidad
en la perfección absoluta, porque no deja de ser una vana ilusión por donde se asoma el cuerpo mortal.

jueves, 4 de septiembre de 2008

El Universo

De dónde venimos, qué somos, a dónde vamos: "Siempre fuimos". Los antiguos filósofos griegos tenían una capacidad de intuición fuera de lo común, producto de la observación, del método empírico, y el racionalismo. Dedujeron que el Universo es eterno y cíclico, no tiene ni principio ni fin, compuesto por materia, (partículas, moléculas, átomos en el campo de la física cuántica). Somos un producto del caldo cósmico en constante transformación, (la materia ni se crea ni se destruye) de la cantidad a la cualidad de los elementos químicos simples y compuestos concatenado-se en estructuras moleculares que encierra la sopa de estrellas que pululan por el océano galáctico.
Laplace, astrónomo y físico francés, le presentó a Napoleón su tratado de Mecánica Celeste. Como Napoleón le preguntase por qué en la mecánica del gran astrónomo no se mencionaba siquiera al creador del mundo, contestó con estas palabras orgullosas: "No tenía necesidad de recurrir a esta hipótesis". Las religiones no tienen su principio en la razón ni es posible encontrar un fundamento y explicación racional. Surge de los sentimientos, y son el temor, la ignorancia y el miedo a lo desconocido los que alimentan las religiones. Tienen, pues, una base sicológica y, quizá, patológica. Las creencias y los principios religiosos no son más que sueños de hombres temerosos perdidos en su realidad en su esencia humana.
El Universo tiene su remate, su nueva dimensión, su sentido de ser, en la materia pensante. Es en el hombre como ser genérico de donde adquiere y toma conciencia, sin especulaciones ni aditamentos extraños. En cierta manera el Universo se humaniza con todo lo mejor que conlleva el ser humano.

Filosofía: del griego, Amor al Saber. La filosofía y la ciencia aparece como concepción en el saber, cuando se abandona el mito sustituyéndolo por la explicación racional. Utilizamos la expresión explicación racional para traducir el término griego "logos". La fílosofía surge, cuando el logos sustituye al mito en la tarea de explicar la realidad en toda su complejidad; el universo físico, la naturaleza humana, tanto individual como colectiva, la convivencia social con sus implicaciones de carácter político y moral.
La desintegración del mito como fuente de interpretación del mundo y el surgimiento de la explicación racional o logos, tuvo lugar en la cultura griega alrededor del siglo VI antes de nuestra Era.

Ángel Aceves de Frutos.